Llegue a Faro como primer destino en Portugal, con el plan de moverme luego hacia el norte. En el avion conocí a un señor sentado a mi lado, a quien recogerian del aeropuerto. Luego de 10 minutos hablando se ofrecio a acercarme a la casa de Blaise, el frances biólogo (aunque el se define ahora somo puramente filogenista) que conoci en Faro. Luego de dar vueltas por el centro preguntando a la gente que pasaba (eran las 12:30 de la noche), por fin llegamos. Blaise estaba esperando.
Llegando de Holanda movi el chip a español para estar con mis amigos parisinos, todos amantes del buen español latinoamericano. Ahora, en portugal, con un frances, volvi a cambiar el chip a inglès, pero quedo mas bien un spanglish... pero esa es otra historia.Por ahora quiero contar lo que encontre en portugal.
La europa del sur es, como todos esperan, mas calida... y no me refiero solamente al sol que te llega desde temprano y te hace brillar los colores, sino a la gente, a esas sonrisas en la cara al verte, al hablarte y al intentar explicarte algo en un portugues tan rapido que bastaba mi mirada para que intentaran hacerlo nuevamnete. Portugal me cautivo... sus callecitas llenas de edificioes coloridos, cubiertos de mosaicos, con ropas de todos los colores. Las matronas portuguesas charlando con demasiados decibeles en las pequeñas plazas de la caprichosa ciudad vieja. Los muros blancos, los barcos por todo lugar... el abandono. Portugal respira un aire de pobreza, de dejadez.
No me malentiendan, no significa que no sea hermosa, sino que es mas real. El casco viejo, lleno de monumentos parece haber sido abandonado para dar paso a la gran expansion de las ciudades modernas y de interesa social alejadas del centro... tantos edificios abandonados, casi cayendo... parece que resulta tan caro vivir en el centro... que no vale la pena quedarse alli. Ni invertir en mejorarlo. Y la crisis se siente a flor de piel. Nunca antes en europa, me habian pedido dinero... -bueno, ahora paso una vez en paris-; en portugal, al menos treso cuatro personas por ciudad se me acercaron... pidiendo algo para comprar comida. Que duro ha golpeado la crisis aca!. Mientras al norte el afan de shopping sigue intocable, aca no se ven los colores de moda, ni brillan las boutiques contra la gris ciudad... brillan los colores de la ciudad, contrastando con las oscuras ropas de la gente en paro, de la gente buscando su oportunidad.
De Lisboa me movi al norte. Porto... para terminar con portugal. Alli conoci una autentica portuguesa, enamorada de su tierra tanto que casi te hace contagiar. Con ella explore la ciudad por la noche, revisando nuevamente cada rincon que habia descubierto con luz horas antes.
Porto tiene un aire veneciano... mas bien una mezcla de venecia con la ribera de hoian en Vietnam. Botecitos pequeños, cuya historia de vinos se huele en las callejuelas, opacados por los catamaranes turisticos que desentonan tan duramente con la ciudad en miniatura. Puentes metalicos de esos que Eiffel ha dejado a su paso, que cambian el paisaje romantico por un intento de modernismo ya pasado. Porto es hermosa por su gente... y la paz de su ribera. Lisboa es hermosa por su ciudad vieja, de esas que confunde a cualquier poeta. Faro es hermosa por su paz, su naturaleza, su paisaje...su tranquilidad oculta bajo los muros de su ciudad antigua, de piedra.. y su olor a naranjas.
Economicamente, al sur se sufre mas? si. Que duro parece ser del sur en cualquier continente!... pero tambin es cierto: al sur se vive con sonrisa, al sur se come mejor, al sur se baña uno en sol y en colores. Al sur las paredes descascaradas parecen mas una obra de arte que un error... el alma del sur no hay crisis que lo opaque... yo siempre he preferido el sur.
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